El orégano mexicano posiblemente no esté en su mesa, pero sí podría ayudarle a sanar.
Esta planta produce timol y carvacrol, compuestos bioquímicos que le dan propiedades antimicrobianas, antimicóticas y antinflamatorias, elementales en la producción de medicamentos.
El orégano mexicano, Lippia graveolens, es un buen competidor respecto al de origen europeo, Origanum vulgare –que también posee esos compuestos medicinales, pero que es más utilizado en la cocina mexicana–, pues es endémico y está adaptado a ecosistemas semiáridos, como los que hay en el Norte de Jalisco y Sur de Zacatecas.
Además, el aceite esencial del orégano mexicano es un un efectivo inhibidor del crecimiento de colonias de hongos y bacterias, como las cepas E. coli y Salmonella.
Con la finalidad de que el orégano mexicano aumente la cantidad de timol y carvacrol, investigadores del Laboratorio de Biología Molecular Vegetal del Centro Universitario de la Ciénega (CUCiénega), campus Ocotlán, trabajan en la optimización de su ruta metabólica.
La responsable del laboratorio, doctora Araceli Rodríguez Sahagún, ha comandado investigaciones para identificar cómo es que el orégano mexicano produce esos dos metabolitos mayoritarios, que hacen una función biológica terapéutica.
“Estamos trabajando en las rutas metabólicas –procesos bioquímicos naturales del orégano– que producen los dos compuestos”, explicó. “Una vez que identificamos los genes de estas rutas, hacemos pruebas mediante biología molecular, que permiten tener mayor cantidad de timol y carvacrol en el aceite esencial (que es obtenido de la planta)”.
La investigadora dijo que al lograr que se generen mayores índices de timol y carvacrol, existe un beneficio económico para los productores del orégano, pues las farmacéuticas compran este aceite, que es materia prima de varios medicamentos.
“Hasta ahora quienes compran el aceite piden un background para conocer los índices de los compuestos que tienen los aceites (que tienen la acción terapéutica)”, comentó.
Rodríguez Sahagún aseguró que estas labores no involucran transgénesis, pues sólo trabajan con el propio metabolismo de la planta, que se busca hacerlo más eficiente y se produzcan más de estos compuestos.
“Sería la misma cantidad de aceite, pero la presencia de timol y carvacrol será más alto”, recalcó.
Hasta el momento han identificado que la abundancia de estos metabolitos en la planta también tiene que ver con la poca cantidad de agua a la que están expuestas, lo que significa que tiene una respuesta favorable al estrés hídrico.
Espera que al final de este año los resultados de las investigaciones se den a conocer y logren ser referencia en la optimización de la producción de los compuestos que dan propiedades medicinales al orégano mexicano.
A T E N T A M E N T E
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jal., 2 de abril 2017
Texto: Ivan Serrano Jauregui
Fotografía: David Valdovinos