Desde hace menos de seis meses, investigadores de la Universidad de Guadalajara (UdeG), en colaboración con el Servicio de Gastroenterología de la Universidad de Nuevo Léon, administran heces fecales vía cápsula a pacientes seleccionados que tienen recaídas severas de la bacteria Clostridium difficile, un microbio agresivo que provoca colitis y diarreas, después de haber estado bajo fuertes dosis de antibióticos.
La infección por Clostridium difficile es la causa más frecuente de diarrea hospitalaria de origen infeccioso en países desarrollados, explicó la doctora María del Rayo Morfín Otero, directora del Instituto de Patología Infecciosa y Experimental “Dr. Francisco Ruiz Sánchez”, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la UdeG.
El contagio puede ser por vía feco-oral, y la transmisión se debe a la contaminación ambiental, especialmente en los centros de salud, en los cuales se ha detectado un aumento en el número de casos en las últimas décadas.
Los síntomas son diarrea anormal, dolor abdominal y náuseas; en casos más graves, la inflamación del colon es más extensa e intensa, con fiebre y pérdida de peso.
La infección inicial por Clostridium difficile es tratada con antibióticos; sin embargo, a los pacientes con recurrencia de diarrea de colon, causada por esta bacteria, se les trata mediante el trasplante de microbiota fecal o de heces.
La terapia inmunológica tiene mejoría en los pacientes en las primeras 24 horas.
“El trasplante que estamos administrando es en cápsulas, que se ingieren, no saben a nada, no hay ese sabor desagradable del excremento y coloniza la flora intestinal como si fuera de un paciente sano, sin ninguna enfermedad. En 90 por ciento de los pacientes se les quita la diarrea”, explicó Morfín Otero.
Para elegir al donador de heces se realiza un rigoroso protocolo, como en cualquier otro trasplante, para asegurar que no se transmitan enfermedades virales y parásitos intestinales.
Entre los requisitos para donar heces es necesario que los donadores no hayan realizado viajes o haber tomado antibióticos por lo menos en los últimos tres meses.
Aunque el trasplante de heces para el tratamiento de distintas enfermedades tiene cientos de años, es a partir de 1958 que se reconoce como útil para tratar la colitis pseudomembranosa, explicó el doctor Eduardo Rodríguez Noriega, jefe de la División de Medicina del Hospital Civil de Guadalajara “Fray Antonio Alcalde”.
“En 2017, en todo el mundo se está utilizando el trasplante de heces, cada día más en las recaídas por la infección por Clostridium difficile, donde 90 por ciento de las recaídas se curan casi en 100 por ciento”, destacó Rodríguez Noriega.
En México el trasplante de heces se ha realizado también por diferentes alternativas como la sonda nasogástrica, colonoscopía o administración vía rectal.
El futuro apunta a que la cura para enfermedades inflamatorias intestinales de forma barata y con una recuperación rápida será por este medio, ya que se ha descubierto que el trasplante fecal mejora también la colitis ulcerativa.
A T E N T A M E N T E
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jal., 2 de julio 2017
Texto: Dania Palacios
Fotografía: Axel Daza / Archivo